El pasado sábado 6 de agosto no vieron puerta ni el Espanyol ni el Nápoles en el amistoso. Fue un partido que, además, no gustó demasiado al presidente Aurelio De Laurentiis.
El mandamás del Nápoles protagonizó una de las imágenes del choque, ya que fue a hablar con el colegiado para recriminarle la dureza con la que el Espanyol había jugado durante la primera mitad.
Fue cuando el trencillo pitó el final del primer tiempo cuando el presidente saltó al terreno de juego para dirigirse directamente hacia él y pedirle explicaciones. Nadie más se metió en el diálogo y no pasó a males mayores.
Lo que pidió De Laurentiis al colegiado fue que castigara un poco más las acciones defensivas y se reflejó en la segunda mitad, en la que fueron cinco las tarjetas amarillas que sacó desde el último minuto del primer tiempo hasta el fin del choque.
August 6, 2022