El Liverpool resbaló en casa ante el Burnley. Uno de los motivos para ello fue Nick Pope, que tuvo intervenciones decisivas. Ya estaban advertidos los de Klopp, puesto que el meta inglés llegó al choque mejorando los números de Alisson y se marchó de allí manteniendo ese honor.
Ambos se está disputando el Guante de Oro, premio que la Premier League otorga al cancerbero que más veces deja la puerta a cero. Tras el 1-1 de Anfield, la distancia se mantuvo como estaba: 14 de Pope por las 13 de Alisson.
El final estará reñido. Si termina ganándolo el meta del Burnley, no solo le habrá arrebatado ese galardón al brasileño, sino que también tendrá el mérito añadido de su superación, como él mismo desveló en una entrevista en el 'Daily Mail'.
Ahí desgranó que alternó fútbol con trabajos como el dependiente o el de repartidor de leche de madrugada en una empresa familar. "Fueron trabajos raros que conseguí para comprarme mi primer coche, un Citroen C2 de color rojo Ferrari", explicó Pope.
Tras cesiones en equipos inferiores que invitaban a pensar en que su carrera se acabaría pronto, el Burnley se hizo con él a finales de 2016 y todo cambió desde entonces.