Colombia y Chile volvieron a verse las caras una vez más y en un escenario diferente. Ambos combinados se enfrentaron en el Rico Pérez con unas ideas diferentes. El combinado chileno apostó por la veteranía; su rival, por la juventud, pero eso no influyó en nada. Fue un partido de poder a poder, aunque sin goles.
Los visitantes comenzó a tener la posesión del balón desde bien temprano. El equipo empezó a tocar en su propio campo y, aunque le costó adentrarse en área rival, estuvo muy cerca de adelantarse en el marcador.
Asimismo, los de Reinaldo Rueda se mostraron muy sólidos atrás. El central Maripán fue la pieza clave para intentar detener cualquier llegada colombiana y Claudio Bravo salvó en un par de ocasiones, pues Colombia intentaba crear peligro saliendo a la contra.
Sin embargo, el primer tiempo dejó algunas malas noticias para ambas selecciones. Los locales perdieron a Duván Zapata y los chilenos se quedaron sin su capitán, Gary Medel.
Tras el descanso, Chile siguió teniendo la voz cantante, pero la fluidez del encuentro fue de más a menos con el paso de los minutos. El duelo empezó a ponerse tenso, las faltas se sucedieron y el árbitro empezó a mostrar amarillas.
Ninguna selección consiguió hacerse con el dominio en la segunda mitad y todo estuvo bastante igualado. Aunque el cuadro chileno buscó aire fresco moviendo el banquillo, ni Colombia ni Chile pudieron celebrar un triunfo.
No le fue mal al equipo de Queiroz que, aunque quiera darle paso a las nuevas generaciones, tendrá que replantearse el incluir algo de madurez como hizo Rueda con Maripán y Bravo, dos de los hombres del partido.