Quizá no muchos lo recuerden, pero Carlos Vela, hoy delantero consagrado en la MLS, hizo sus pinitos en el fútbol profesional en la hoy extinta Unión Deportiva Salamanca.
El Arsenal, club en el que militaba y en el que ansiaba alcanzar la fama, decidió cederle, cuando apenas tenía 17 años, al Salamanca. Era el año 2006, y el Salamanca militaba en Segunda División.
Las malas lenguas dicen que el gran error del Arsenal fue ceder a un jugador tan joven a un club de una ciudad con tanta vida noctura como es Salamanca.
Fuera Salamanca el problema, o fueran su indisciplina y carácter volcánico, lo cierto es que Carlos Vela tardó en llegar al nivel prometido, y no fue hasta que llegase a la Real Sociedad, y se asentase en el equipo, cuando se destapó como el 'killer' que es.
Pero mientras Vela se hacía grande en Donostia, en Salamanca el fútbol local implosionaba. La Unión Deportiva Salamanca, hasta el cuello de deudas, acabó desapareciendo, y de sus cenizas nacieron dos equipos con filosofías enfrentadas.
Uno de ellos ha logrado, previo paso por los tribunales, volver a lucir los colores y el escudo de la extinta Unión, y curiosamente en él militan ahora mismo tres mexicanos, como hace más de una década hiciera Vela.
Martín Galván, Rodrigo Vera (alias 'Tyson') y Jehu Chiapas llegaron a Salamanca hace un año, y vivieron el histórico ascenso a Segunda B. Jugaron 29, 34 y 19 partidos, respectivamente, y este curso su suerte está siendo más dispar.
Galván apenas ha jugado tres encuentros hasta la fecha, y Jehu Chiapas ni siquiera había jugado un minuto hasta el pasado domingo. Tyson, con 14 partidos en sus botas, ha sido algo más importante en los esquemas salmantinos.
De los tres, el hombre de moda es Jehu. Este mediocentro mexicano, de 33 años, fue titular por sorpresa ante el Unión Adarve, y firmó un partido inmaculado, que permitió, en parte, que el Salamanca se llevase los tres puntos del García de la Mata.
Un triunfo que quizá confirme la dinámica positiva en la que el conjunto salmantino parece estar inmerso.