"En el cumpleaños de un colega, mi hermano se metió en una pelea. Mi padre estaba mal y todo lo llevábamos a flor de piel. Había bebido mucho, me metí a defenderle y le pateé la cabeza al otro tío. Pensaba que llevaba una navaja... No me siento bien al recordarlo, pasé tres meses en prisión", reconoció el futbolista del Watford.
Asimismo, Troy Deeney reveló sus inicios con el alcohol: "Trabajaba de albañil y los viernes cobraba mi paga semanal de 180 libras. Me sentía rico y salía con mis amigos a beberme la noche. Al día siguiente, mi madre me echaba de casa para limpiar y no tenía otra opción que irme a jugar al fútbol, pero antes de saltar al campo me bebía una Smirnoff".
El delantero del Watford continuó su discurso y justificó su paso por la cárcel con el alcohol: "Cuando mi padre enfermó de cáncer entré en cólera, cualquier cosa me llevaba a beber. Antes de entrenar, me metía cuatro 'minis' de Jack Daniel's y, otros cuatro, después del entreno. Pero sabía disimularlo, casi no hablaba con nadie".
Actualmente, Troy Deneey se expone a una dura sanción de la Federación Inglesa por una doble peineta a Stamford Bridge, pero el jugador quiso salir al paso de unas críticas que se cebaron con él, subrayando su 'gordura' y su alcoholismo.