Hace 26 años, el combinado formado por aquel entonces por Schmeichel, Povlsen o Brian Laudrup ya tenía asumido que vería el torneo de Suecia por televisión. Sin embargo, la exclusión de Yugoslavia por la guerra de los Balcanes les otorgó el billete para la fase final de la Eurocopa.
Los daneses sorprendieron a todos y, sin apenas preparación y reclutando a un equipo de circunstancias en el que no estaba Michael Laudrup, se alzó con el trofeo.
Entrenados por Richard Moller-Nielsen, vencieron en la final a Alemania, campeona del mundo, certificando una de las sorpresas más curiosas del fútbol. Un final exitoso de un camino que estuvieron a punto de ni empezar.
En 2018, la actual Dinamarca también pudo no haber disputado la Liga de Naciones. En esta ocasión, la duda la crearon los propios jugadores. Un conflicto por los derechos comerciales con la Federación Danesa de Fútbol les llevó a amenazar con retirarse de la competición.
Incluso los norteuropeos disputaron un amistoso con jugadores amateurs y de fútbol sala, pero finalmente llegaron a un acuerdo y accedieron a jugar el torneo.
Al final, han acabado líderes de su grupo con ocho puntos y sin conocer la derrota. Aventajando en dos unidades a Gales, los pupilos de Age Hareides disputarán la próxima edición en la élite de la Liga de las Naciones. Y a punto estuvieron de no jugarla...