Fue un ridículo de proporciones considerables. El equipo oscense pretendía dar los honores que merecía una niña de tan solo 15 años que ya es campeona del mundo y le salió el tiro por la culata.
Porque, más que un homenaje, pareció que la jugadora molestaba en la previa del choque contra el Real Madrid: un empleado del club lo que hizo fue más bien despacharla. El tema, obviamente, se hizo más inflamable aún tratándose de solo una niña.
Eso sí, el Huesca tuvo la decencia de admitir pronto su error y prometerle un homenaje más respetuoso justo una semana después, aprovechando la segunda jornada seguida en casa, esta vez contra el Villarreal.
Y eso ocurrió. Esta vez sí hubo más exposición pública, más aplausos de la grada, más sonrisas de Salma y, sobre todo, el prometido saque de honor.
A la segunda, aunque en esta ocasión el "se lo das y vale, venga" de un empleado tornó en la pausa y el cariño merecido por la jugadora española.
16 de diciembre de 2018