Es la Copa del Rey un torneo que ofrece la posibilidad a la sorpresa. Bien lo sabe el Barcelona, que agradeció tener a un 'niño' rebelde como Dembélé para dar la vuelta a una eliminatoria que se le había puesto en chino.
La entrada del francés en la segunda mitad fue decisiva para que el Barcelona ganase a un Linares Deportivo que, quizás, mereció más que marcharse de vacío. Una prórroga pudo ser un resultado justo.
Xavi apostó por los jóvenes y estos no estuvieron a la altura, tampoco los veteranos. Los Mingueza o Riqui Puig, especialmente, naufragaron en una primera mitad que dejó claro al técnico del Barcelona por quién ha de apostar.
Lo aprovechó el Linares Deportivo en el redebut de Alves. Una presión alta fue suficiente para inquietar al conjunto azulgrana, que además hizo aguas cuando no supo defender el centro de Carnicer rematado por Hugo Díaz.
Xavi, hastiado y con urgencias por darle la vuelta no solo al electrónico, sino al juego visto, hizo un triple cambio que revolucionó el partido. Dio orden atrás con Piqué y apareció Dembélé para azuzar el avispero.
El francés fue el destino de todos los balones catalanes y de todas las faltas andaluzas. De sus pies nació el peligro y de sus pies salió finalmente un 1-1 que dio tranquilidad en 'Can Barça'.
Un disparo desde la frontal fue el 1-1, con la colaboración inestimada de Razak. Ello hizo que el Barcelona, con más tranquilidad, buscase con más tino la portería del Linares Deportivo.
La reivindicación de Jutglà
Jutglà, capaz de jugar tanto de '9' como de extremo, fue capaz de combinar, de rematar y de bajar el balón. Poco a poco se está ganando un puesto que, sin embargo, le puede quitar Ferran Torres.
Una gran jugada individual del delantero del Barcelona, con recorte y disparo al palo largo incluído, provocó la remontada final de un Barcelona que pidió la hora antes de tiempo.
Y es que, pese al salto de calidad de las dos plantillas, el Linares Deportivo estuvo a punto de enviar el partido a la prórroga. Pero Neto se alió con la madera para acabar con las esperanzas andaluzas.
Finalmente, y pese al susto, el Barcelona de Xavi Hernández se apuntó en la lista de los niños buenos para recibir un regalo en forma de sorteo de octavos de final.