Los pupilos de César Torres juegan más por el honor y el orgullo que por los resultados. A falta de 9 puntos por disputarse, los universitarios precisarían de un milagro para revertir una situación que no parece tener arreglo.
En frente estará el mejor equipo de los dos grupos de ascenso. Deportes Qundío va con paso firme hacia su objetivo tras lograr dos victorias y un empate en tres encuentros. Pero no quieren escesos de confianza, ya que Popayán dio la cara en el partido de ida.
Así, los locales esperan al menos darle una alegría a los suyos ante un líder que está hambriento de gloria. Ya no hay margen de error. Sólo vale ganar... o ganar. La máxima categoría así lo requiere.