Las Islas Canarias se tendrán que conformar con la mitad de aforo en sus estadios de fútbol después de que la Consejería de Sanidad del Gobierno haya bajado del 75 al 50% este jueves. La alta incidencia por el COVID-19 propició esta decisión que afecta directamente al derbi entre el Tenerife y Las Palmas.
Dicho partido se disputará en el Heliodoro y la cifra de público no podrá superar los 12.000 espectadores. Esta noticia contradice la dada por Blas Trujillo, consejero del Ejecutivo Regional, en la que se fijó un aforo de 75% en los partidos de Primera y Segunda División.
"El público deberá ser, preferentemente, abonado del equipo local y que todos los que accedan al partido deberán presentar el pasaporte COVID, una prueba que atestigüe haber superado la enfermedad o aportar un test negativo", expresaron fuentes del Gobierno de Canarias, según 'Marca'.
De este modo, el combinado tinerfeño estará obligado a devolver más de 4.000 localidades a las personas que las adquirieron en las taquillas.