El Hoffenheim sorprendió al Manchester City adelantándose a domicilio, gracias a un gol de Kramaric desde el punto de penalti. Antes del intermedio, Sané igualó el luminoso con un gran gol de falta.
Todo el mundo esperaba un centro, el balón estaba bastante alejado con respecto al arco, pero el internacional alemán sorprendió con un zurdazo potente y medido, directo a la red.
Un golpeo sensacional que provocó que el balón tomara un efecto endiablado, lo que hizo que la estirada del guardameta quedara en nada. La celebración con Gabriel Jesus estaba totalmente justificada.
Espera Guardiola que el golazo sirva para que el zurdo recobre sensaciones en una temporada que está resultando de luces y sombras para él. Con tantos así, lo tendrá más fácil.
12 de diciembre de 2018