Ni desde las bandas, ni desde el centro con Morata ni aprovechando las sorprendentes incursiones de Marcos Alonso. Se le resistió cualquier oportunidad de gol a los de Sarri, que perdieron la oportunidad de asaltar de manera momentánea el liderato.
Las estadísticas lo dicen todo. 68% de posesión 'blue', 15 disparos frente a los seis del Everton y cuatro de ellos fueron a puerta, por sólo uno 'toffee'. Los visitantes, conscientes de estar ante una de las visitas más complicadas del curso, regalaron el balón al Chelsea y trataron de jugar a la contra.
Aunque ni siquiera las contras le valieron al club de Liverpool. El Chelsea dominó en todo momento y casi no dio pie a posibles sorpresas. Sólo le faltó la puntería en los últimos metros y esa dosis de fortuna que suele ser necesaria para abrir partidos tan cerrados.
Marcos Alonso, con una volea, un libre directo y un zurdazo que se estrelló contra el poste, fue quien más intimidó a un Pickford, una vez más, sobresaliente. Morata marcó, pero su gol fue invalidado. También pudo ser el delantero español determinante si el árbitro hubiera señalado un posible penalti que cometió Yerry Mina sobre él.
Pero no hubo manera. El Chelsea trató de asediar en los últimos minutos aprovechando las entradas al campo de Fàbregas y un fresco Pedro, pero nadie consiguió mover el empate del marcador, acusando, en cierta parte, la desesperación de estar más de una hora buscando el gol y no encontrarlo.
La situación actual, a expensas de que se dispute el derbi de Mánchester, deja al Liverpool líder (30 puntos), al City, con un partido menos, segundo (29 unidades), al Chelsea tercero con 28 y al Tottenham, con 27, cuarto.