El hispanobrasileño Diego Costa nunca olvidará su tiempo como rojiblanco. En una entrevista a 'Relevo' confesó que una de las cosas que lamenta es su forma de salir del Atlético de Madrid. Recuerda especialmente sus partidos como rojiblanco... y lo que sacaba de quicio a los colegiados.
"La gente me buscaba y, muchas veces, yo intentaba que lo hicieran. Era un juego de cabeza. Es mi cacrácter, no me arrepiento. Los árbitros me tenían manía", comentó.
Se refirió a la expulsión de Gil Manzano en un partido contra el Barça que le acarreó 8 partidos de sanción: "Mintió claramente. Nunca más le vi, pero ojalá me lo encuentre para preguntarle a ver si me dice a la cara que yo le dije eso. Ninguna cámara me pillí diciendo 'Me cag* en tu put* madre'. 'La put* madre que me parió' puede ser".
"Gil Manzano lo hizo con mala leche, es mala persona. Sabe que yo no dije eso. 8 partidos es hacer mucho daño. ¿Por qué no salió mi voz? Le dije al club que, si se demostraba, yo pagaba lo que fuera y me disculpaba porque tenía muy claro lo que había dicho", añadió.
Admite que fue su culpa por haber "estado ahí". "Yo tampoco soy un ángel... Me quisieron jod*r. Cuántas veces he escuchado a los grandes decir cosas muy feas, palabrotas, y los áribros hacían como que no veían", prosiguió.
En cuanto a su adiós al Atlético reconoció que no hizo las cosas como debía: "En ese momento, yo estaba pasando por algo personal y el Cholo no vio. Teníamos un trato apalabrado. Yo me la jugué para estar con él y, cuando doy todo, quiero recibir lo mismo, pero normalmente nunca recibes lo que das".