Diego Rivas ha sido el auténtico protagonista este fin de semana y casi sin querer. El preparador de porteros del Arenteiro volvió a sentirse guardameta por un día, ya que, por necesidad, se tuvo que poner bajo los palos en el partido frente al Deportivo. Cosas del destino, su actuación fue crucial e incluso participó en el gol del empate en el añadido tras subir a rematar un córner. El ya ex futbolista relató su experiencia en una entrevista para 'Relevo'.
Por si esto fuera poco, este peculiar capítulo de su vida deportiva sucedió en Riazor, estadio donde debutó en este deporte con el filial de 'su' Dépor: "Tengo claro que se acabó. Se acabó de una forma que es casi imposible que fuera mejor. Tendría que haber sido el gol de la victoria en el último minuto. Es la guinda perfecta del pastel. Acabar mi carrera deportiva donde la empecé de forma profesional es la mejor forma. Este verano, cuando tuve que tomar la decisión de cambiar el rol, me quedaba esa espinita de que no pude haber jugado un último partido sabiendo que seguramente fuera el último. El destino me tenía preparada esta grata sorpresa. Fui muy consciente de que iba a ser el último y que tenía que disfrutarlo. Y así ha sido".
"Es más anecdótico. El míster me mandó subir en los últimos ataques del partido. Me cayó el balón y no lo pude ver bien. No me lo esperaba, había mucha gente delante… No sé muy bien ni lo que pasó, un rechace, Santos que intentó una chilena, otro rechace por ahí… Por suerte le cayó a Romay que él sí sabe lo que hay que hacer en esa situación y la pudo meter dentro. Me alegro mucho por él, que es deportivista y de Coruña. Imagino que habrá sido un gol muy especial", relató.
No obstante, Rivas explicó que al principio era totalmente reacio a esta posibilidad: "Al principio era totalmente reacio a tener que participar. Mi cabeza ya estaba en otro rol, en otra perspectiva. Tener que volver a cambiar no era algo que a mí me ilusionara ni mucho menos. Pero viendo la situación límite y que la mejor solución era esta, ya me fui mentalizando y poco a poco me fui convenciendo de que lo que tenía que hacer era disfrutarlo. El destino me había preparado un regalo en un marco inigualable".
Y explicó la forma en la que se relataron los acontecimientos: "Fue Álex Vázquez, nuestro director deportivo. Estábamos los dos junto con el cuerpo técnico trabajando de la mano para tratar de incorporar un portero. Ya habíamos tenido muchas negativas por parte de la Federación por la tramitación de licencias o por parte de los chicos porque no era una situación sencilla. Debimos contactar con siete u ocho porteros y no llegamos a un acuerdo con ninguno. Él es el que me dice que están intentando tramitar mi licencia, que ahí sí había posibilidades, que la Federación se lo iba a permitir. Me dijo que le diera una vuelta".
April 28, 2024