El toque contra el contragolpe. La batalla quedó en empate, pero la guerra la ganó Independiente Medellín. El 'Poderoso' sacó a pasear toda su velocidad y no lo pudo parar la defensa de los 'embajadores'.
Fue, también, un duelo de 'killers'. Por un lado, un recién incorporado José Ortiz, que llegó a Millonarios desde Costa Rica. En la esquina contraria, Germán Ezequiel Cano, que una vez más se movió como pez en el agua.
Los locales trataron de hacerse con el control del juego desde el principio. Tuvieron el beneplácito del rival, que con paciencia esperaba en su mitad del campo el momento correcto.
No tardó mucho en llegar. 16 minutos exactamente. Por la banda derecha llegó la oportunidad. Quiñones condujo el cuero y se la cedió a un Cano que, con la ayuda de un defensor, consiguió despistar a Faríñez.
Millonarios lo tenía complicado. Necesitaba dos goles para poder forzar una tanda de penaltis. Así que no le quedó otra a los 'embajadores' que lanzarse como unos posesos al ataque.
Dos minutos iba a tardar el cuadro local en darle la vuelta. Un nuevo héroe iba a hacer su presentación en el Campín. José Ortiz, que aterrizó la pasada semana desde Costa Rica, es su nombre.
El costarricense iba a anotar un doblete. El primero, de cabeza. Para el segundo, en cambio, soltó un punterazo pegado a la cepa del poste de la portería de Independiente Medellín.
Se terminó la primera mitad, pero no el dominio local. Tras el descanso, Millonarios volvió a salir a ataque. Mackalister Silva rozó el larguero en chut desde fuera del área.
Los cambios cambiaron el devenir del partido. Salieron del terreno de juego los tres mejores futbolistas de Millonarios y el equipo se vino abajo. Dejó de controlar el juego e Independienete Medellín vio su oportunidad.
Fue, una vez más, Cano, que definió de manera magistral un contragolpe. Esto acabó con las esperanzas de Millonarios, que vio como en su propia casa le eliminaban de la Copa Colombia.