Cumplió con las expectativas, y de manera holgada, ese partido inédito en Primera División, pero que se había visto en las demás categorías del fútbol español. Getafe y Leganés regalaron 90 minutos de puro fútbol en un Butarque hasta la bandera que quiere más derbis. Y con seguridad, los tendrá.
Con respeto y paciencia, Bordalás y Garitano planearon el mismo partido. Muros atrás, cautela a la hora de subir al ataque y nunca descuidar las coberturas, lo que provocó que los primeros compases del partido fueran algo más lentos de lo esperado.
El partido fue cogiendo vida conforme el cronómetro engordaba. Como una partida de ajedrez, el Leganés movía ficha, y el Getafe respondía. Ocasiones algo yermas y con ausencia de precisión, pero no de alma.
Pero las guerras siempre tienen un detonante, y en Butarque no faltó ni 'casus belli', ni dinamita. Lo dejó bastante claro Arambarri, el 'hombre sin gol' que sólo había anotado un tanto en su carrera profesional, con un misil a la escuadra izquierda de Cuéllar al borde del descanso. Un golpeo 'made in Cristiano' que hizo vibrar a la notable afición azulona.
La locura, camuflada en 45 minutos
Contraposición total a la primera mitad cuando los jugadores volvieron al campo. Los 'pepineros' se olvidaron a ratos del rigor táctico con tal de buscar a la desesperada un gol que les metiera en el derbi. Y lo encontraron.
Guerrero hizo suyo el lema de 'quien la sigue, la consigue' al aprovecharse de un barullo en el área en el minuto 65 para poner las tablas en el marcador, pero no pudo ponerle el broche a su gran actuación con un doblete desde los once metros tan sólo unos instantes más tarde. Guaita detuvo el penalti que acabaría siendo la 'pena máxima' del Lega.
Ninguno de los dos equipos daba por bueno el punto que tenían asegurado con el empate y fueron a por el segundo. Ocasiones no faltaron, pero fue el Getafe quien se llevó el premio gordo, cómo no, otra vez, con un golazo desde fuera del área. Lo firmó Álvaro Jiménez. Disparó con tanta fuerza que el balón no besó las redes, las martilleó. Lo que sí besó Álvaro fue el escudo del 'Geta', que vuelve a Primera por la puerta grande. Derbi para la historia y lo más importante, tres puntos para casa.