DisNeyland París

No hubo piedad con la 'cenicienta' del Grupo C, que aterrizó en París henchida de confianza tras empatar a cero ante el Nápoles de Carlo Ancelotti, ávidos de repetir el cerrojazo para intentar rascar algún punto también ante los franceses. Ilusos.
'Solo' 20 minutos duró la resistencia serbia, que se vino abajo con dos arreones de Neymar. El brasileño firmó un vertiginoso doblete en tres minutos, dinamitando la muralla que el Estrella Roja había tratado de construir perdiendo tiempo desde el inicio del encuentro.
Apenas se había cumplido el primer cuarto de hora, cuando el '10' ya había sufrido cuatro faltas. Sin embargo, el 'crack' del PSG se sacó de la bota una rosquita maravillosa para abrir el marcador, inutilizando la táctica visitante de secarle a base de golpes. El primero, en el mentón; y a la lona.
Sin tiempo que perder, Neymar marcó el segundo, aprovechando que Mbappé arrancó la moto para dejar atrás a sus marcadores y servirle en bandeja el tanto. El brasileño hizo saltar por los aires la defensa rival, alimentando el complejo de inferioridad serbio a su máximo exponente.
Sedientas de reivindicación tras la derrota en Anfield, las estrellas del PSG dieron rienda suelta a su voracidad para dar un golpe de autoridad y recuperar el cartel de favorito para destronar al Real Madrid en la Champions League esta temporada.
Cavani se sumó a la fiesta del Parque de los Príncipes invitado por la laxitud defensiva del Estrella Roja. Un cúmulo de despropósitos serbio asistió al delantero uruguayo, que puso su pundonor para firmar el tercero y ahondar en una herida que supuraba a borbotones.
Antes del descanso, Di María, que había dado el susto por un golpe en la rodilla, aprovechó la excelsa asistencia de Meunier con el exterior para empuar a la red el balón tras adelantarse a su marcador con insultante facilidad e ir al vestuario con 4-0 en el marcador.
Lejos de levantar el pie del acelerador, el PSG mantuvo su ímpetu en la reanudación y el asedio a Borjan se sostuvo hasta el pitido final. Entretanto, Mbappé dejó su huella gracias a la delicatesen de Neymar para conectar con Bernat, que sirvió el quinto para empujarlo.
Aunque Marko Marin maquilló el marcador con el 5-1, Neymar volvió a besar las mallas e hizo historia en la Champions League, igualando a Kaká con 30 tantos como el máximo goleador brasileño en la historia de la competición, convirtiendo el Parque de los Príncipes en DisNeyland París.