Santiago Solari salió reforzado del Wanda Metropolitano. Su victoria en el derbi le arma de argumentos para mantener su apuesta por Vinicius y Lucas Vázquez, que partían como opciones secundarias en el arranque de temporada.
Las lesiones de Gareth Bale y Marco Asensio maniataron al técnico argentino, que tuvo que improvisar un plan de urgencia para frenar la caída libre de un Real Madrid en plena crisis de resultados e identidad que veía al Barça alejarse en Liga.
Bajo este contexto, Solari comenzó a construir su proyecto. En base al esfuerzo de Lucas Vázquez y al vértigo de Vinicius, el conjunto blanco fue apuntalando su competitividad hasta situarse de nuevo en segunda posición en la tabla y acariciar la final de Copa del Rey.
Entretanto, la enfermería se vació, pero el técnico argentino mantuvo su apuesta frente a Barcelona y Atlético de Madrid. Tanto Bale como Asensio son suplentes en un Real Madrid crecido a lomos del brasileño y el gallego. Decisiones que le están dando resultado al 'Indiecito'.
No obstante, el galés está respondiendo a los pocos minutos que está teniendo tras su lesión con goles. Un rendimiento que podría devolverle al once inicial. Sin embargo, el balear al que le tienen reservado el Olimpo del fútbol mundial tiene más complicado recuperar la titularidad.