Tanto Sergio como Rubi están mejorando sus registros previos en Primera. El primero lo está haciendo en el recién ascendido Real Valladolid; el segundo, en el sorprendente Espanyol, segundo clasificado de Primera.
Sergio González se hizo con las riendas del Valladolid casi al final de la pasada temporada, y con un sprint final pocas veces visto, metió al Pucela en el 'play off' y lo ganó.
Atrás queda su anterior experiencia en los banquillos, precisamente en el Espanyol. Un traumático despido que le tuvo más de una temporada alejado del oficio de entrenador.
Rubi, por su parte, afronta su tercera temporada en Primera, tras los fallidos pasos por los banquillos de Sporting y Levante. Saltó a la fama en 2013, cuando metió al Girona en el 'play off' de ascenso, y pasó a ser el segundo del 'Tata' Martino en el Barcelona.
De ahí pasó al Valladolid, pero de nuevo se quedó a las puertas de Primera. Lo logró mediada la siguiente campaña, tras fichar por el Levante, pero no logró salvarlo del descenso. La historia se repitió la siguiente temporada: cogió al Sporting mediado el curso y terminó descendiendo.
De nuevo en Segunda llevó al Huesca a la gloria con un ascenso histórico, y por fin le llegó la llamada de su adorado Espanyol. Y parece haber dado con la tecla.
En Zorrilla se miden los dos entrenadores de moda en España. Dos entrenadores con mucho en común, con carreras cruzadas. Un duelo entre el presente y el pasado como pocas veces se ve.