Dos filiales más estarán el próximo curso en la Segunda RFEF. El Polvorín gallego afrontaba la última jornada de su Liga con la necesidad de ganar, o al menos igualar lo que hiciese el Ourense en su partido. Por su parte, el 'Miniglorías', si vencía, ya se proclamaba Campeón de su grupo, y solo un empate o derrota le podía dejar con los deberes por hacer para la última jornada.
El conjunto gallego logró vencer 2-1 al Viveiro y su triunfo fue vital para lograr el ascenso, ya que su perseguidor, el Ourense, también venció en su encuentro. David Rojo, autor del segundo gol en el minuto 56 de su partido, comentaba tras el encuentro que su padre le guiñó un ojo para decirle que ganaba el Ourense y que solo les valía la victoria para alcanzar el ascenso. El equipo de Álex Ortíz, que llegaba en el verano del 2020 al club, se proclamaba campeón del Grupo 1 de Tercera RFEF en la última jornada algo que daba más emoción aún al ascenso cosechado.
Por su parte, el 'Miniglorias', el filial del Alavés, quería recuperar la categoría doblemente perdida el pasado curso, cuando pasaba de Segunda B a Tercera RFEF con la aparición de las nuevas categorías del fútbol semiprofesional.
Al banquillo del filial llegaba el pasado verano un técnico muy experimentado: Toni Seligrat. El entrenador valenciano venía de dirigir a un transatlántico de Segunda B como el Nástic de Tarragona y metarlo en la Primera RFEF, pero sin conseguir incluirlo en la fase final por el ascenso a LaLiga SmartBank. En Vitoria Seligrat ha conducido la nave de un 'Miniglorias' que ha terminado más fuerte que ningún rival la competición, y con los mejores números a falta de una jornada por disputar: 70 goles a favor y 29 solo en contra.