El inicio de temporada dejó muy buenas sensaciones en un Sassuolo que, una vez más, volvió a mostrarse como un quebradero de cabeza para los considerados grandes del fútbol italiano. Tras las seis primeras jornadas, el conjunto dirigido por Alessio Dionisi marchaba en una cómoda 9ª posición con 3 victorias y 3 derrotas después de haber afrontado un calendario temible que les deparó duelos tremendamente duros ante Atalanta, Nápoles, Juventus e Inter de Milán.
Precisamente ante los turineses se vio una de las mejores versiones del curso del Sassuolo, que arrasó por 4-2 a la 'Vecchia Signora' en lo que fue un anticipo de lo que a fecha de hoy se puede considerar el resultado más sorprendente de lo que llevamos de Serie A. Y es que días después, en el Giuseppe Meazza, el Inter, todopoderoso líder del campeonato, vio a los 'neroverdi' asaltar su feudo con remontada incluida (1-2).
Esa derrota es la única que los lombardos han sufrido en toda la Liga Italiana (a la misma añaden otra en Coppa ante el Bologna) y, a su vez, marcó el inicio del hundimiento de un Sassuolo que ha pasado de aspirar a mirar a la zona noble de la tabla a verse sumido en una espiral de resultados negativos (el último, la derrota por 2-3 ante el Empoli) que le han colocado en los puestos de descenso.
Una vuelta con solo dos triunfos
Desde su victoria en el Meazza el 27 de septiembre del pasado año, el Sassuolo solo ha sido capaz de ganar un par de encuentros más en la Serie A: 3-4 al Empoli el 26 de noviembre y 1-0 a la Fiorentina el pasado 6 de enero. El resto de los 19 compromisos del campeonato doméstico disputados desde entonces (una vuelta entera) se saldan con 5 empates (1-1 ante Lecce, Bologna y Torino y 2-2 ante Salernitana y Udinese) y 12 derrotas, con un balance total de 20 goles a favor y 36 en contra.
La situación es ya más que preocupante y el panorama no parece mejorar en un equipo que acumula 6 duelos seguidos sin conocer la victoria, que ha sumado uno de los últimos 18 puntos en juego y que en los próximos días se mide a un Nápoles también muy necesitado, vivirá auténticas finales por la permanencia ante Hellas Verona o Frosinone y visitará el Olímpico para enfrentarse a una Roma al alza.
Todo ello con el técnico Alessio Dionisi en la cuerda floja tras meses de un rendimiento pésimo en los que solo Domenico Berardi y Andrea Pinamonti han tenido momentos de brillantez a nivel individual. Un cóctel explosivo que amenaza seriamente con poner fina a la racha de 11 temporadas consecutivas en la élite de un Sassuolo que, tras instalarse sin muchos problemas en la zona media del campeonato (incluso llegó a ser 6º en la campaña 2015-16), deberá bajar al barro en el último tercio de temporada para salvar los muebles.