Unos 230 millones de euros le salió al Manchester City su complejo de entrenamiento, unas instalaciones por todo lo alto con la última tecnología deportiva para la mejor formación de los jugadores.
Pese a ello, los futbolistas no están a gusto, tanto que han legado a quejarse al club, lo que ha provocado el despdido del responsable de la ciudad deportiva, Mark Muncer.
Al parecer, el encargado de la 'City Football Academy', según asegura la prensa inglesa, los jugadores del conjunto de Pep Guardiola llegaron a ducharse hasta con agua fría, ya que Muncer no mantenía las instalaciones correctamente.
Pero el tema no queda ahí. Al parecer, lo habitual en el complejo deportivo es que las puertas estén rotas o que cualquier desperfecto se demore semanas en ser arreglado, una situación con la que el club ha decidido acabar.
Una información que, por otro lado, otras fuentes se encargan de desmentir, asegurando que Muncer era una figura muy querida en Mánchester, trabajador del club desde 2010, víctima de un chivo expiatorio que solo quería verle fuera del club, hasta que lo ha conseguido.