Desde la derrota ante el Toulouse a finales del pasado mes de septiembre, el PSG sólo ha ganado, ganado y ganado. Pese al susto inicial, al Ludogorets y, de vuelta en el campeonato doméstico, al Girondins y al Nancy.
Enfrente, un Basilea con una racha ascendente, pero que no invita a pensar que pueda dar la campanada en París. Perdió el último partido de Champions, ante el Arsenal, empató esa semana en liga y este pasado fin de semana se reencontró con la victoria. Y goleando al Lucerna.
No hay precedentes en este duelo, pero el sentido común invita a pensar que el cuadro de Emery no debería pasar por demasiados apuros. Por nombres, el PSG es claramente superior. Por presupuesto mejor no hablemos. Además cuenta con el punto a favor de jugar en casa. Pero dar la sorpresa es una motivación que no se debe pasar por alto.
Unai Emery cuenta con toda su plantilla disponible, excepto Pastore y Thiago Motta. Sus problemas musculares en el gemelo y el glúteo, respectivamente, los dejan prácticamente descartados.
Thiago Motta, además, es el único apercibido del conjunto parisino. Si llegase a jugar y viese una amarilla, se perdería la próxima jornada.
El Basilea no tiene más que la baja segura de Akanji, recién salido de una lesión y todavía sin haber debutado en competición alguna con el cuadro suizo. Se rompió los ligamentos de la rodilla la pasada temporada, y por fin parece que empieza a ver la luz al final del túnel.
Traoré y Sporar son duda, y podrían o no disputar el partido contra los franceses.
Alineaciones probables:
PSG: Aréola; Aurier, Marquinhos, Thiago Silva, Maxwell; Verratti, Krychowiak, Matuidi; Lucas, Cavani, Di María.
Basilea: Vaclík; Lang, Suchý, Høegh, Traoré; Xhaka, Zuffi; Bjarnason, Delgado, Steffen; Doumbia.