El central resbala al intentar taponar un disparo, con tan mala suerte que se acabó rompiendo el peroné, los ligamentos del tobillo y dislocando el hombro.
Roux, entre grandes muestras de dolor, tuvo que recibir oxígeno y ser atendido durante 10 minutos sobre el terreno de juego. Una desgracia que le hará perderse toda la temporada.