Por si el golazo de Carlos Blanco desde el centro del campo no hubiera sido suficiente, Dybala se marcó este doble sombrero ante el que nada pudieron hacer los jugadores del connjunto australiano.
La jugada la habría firmado el mismísimo Ronaldinho, consumado especialista en 'sombreritos'. Cuando Dybala se pone en plan estrella, hay poco que hacer.