La Juventus se impuso con contundencia a un Ferencvaros que naufragó ante la 'Vecchia Signora', que logró su segundo triunfo en tres encuentros con una cómoda goleada por 1-4.
Paulo Dybala estuvo involucrado en dos de esos cuatro goles, que llegaron en gran medida gracias a la noche de pesadilla de Dibusz, guardameta del conjunto magiar.
El 0-3 llegó después de que el meta errase de manera infantil en un control, algo que permitió al '10' de la Juventus empujar a placer el esférico al fondo de la red rival.
Casi peor fue el 0-4, ya que Dibusz, en su intento de pasar el balón, se lo entregó a un Dybala cuyo remate, tras tocar en el propio arquero, acabó en el fondo de la red después de que Dvali tratase de despejar la bola sobre la línea.