Un balón dividido en el círculó central motivó el despeje de Ekain Zenitagoia hacia su portero, buscando oxigenar para salir jugando desde atrás y reiniciar el ataque.
Sin embargo, el balón se fue envenenando y su guardameta no logró despejar, siendo cómplice de una de las jugadas más absurdas que se recuerdan.
No obstante, Ekain Zenitagoia logró resarcirse en el segundo tiempo, firmando el tanto del empate. Aun así, en Durango tardarán en olvidar la jugada de la temporada.
23 de febrero de 2019