Llegó al Borussia Dortmund con 22 años y se marcha con 38. Media vida siendo el guardián del cuadro alemán merecía un homenaje en toda regla. En esto los alemanes siempre sacan matrícula de honor. En un Signal Iduna Park en el que apenas cabía un alfiler, Roman Weidenfeller colgó los guantes cerca de los suyos.
70.109 espectadores se acercaron a decir adiós a un futbolista que se marcha con 450 partidos con la zamarra del Borussia a sus espaldas. Lo vivió todo: el renacimiento del club, los títulos, eliminatorias fantásticas en Champions o el inicio de una regeneración de la que ya no será parte.
Hasta Jürgen Klopp volvió a dirigir desde el banquillo del Signal Iduna Park. Fue el padrino de un combinado de estrellas históricas del club, que tuvo enfrente a un equipo formado por amigos de Weidenfeller. Este último, lógicamente, fue la auténtica estrella de la cita.
Paró dos penaltis y, ojo, ¡consiguió un doblete! Obviamente sus goles llegaron gracias a la ayuda del equipo rival, que le cedió la oportunidad de llegar hasta el área para definir sin impedimento. Llegaron los abrazos, los besos, los manteos. Todo lo que Weidenfeller se ha ganado en este tiempo.
TOOOOR WEIDENFELLER!!! Corrió todo el campo para ejecutar su propio gol. IDOLO!! 3-1 ganan las estrellas del BVB pic.twitter.com/OhoLY3qItF
— BVB Español (@BVB_Espanol) 7 de septiembre de 2018
Y una vez concluyó todo, la fiesta. Weidenfeller recorrió el que para siempre será tu estadio, tuvo palabras para su afición y disfrutó de un pasillo por última vez. Se va una leyenda del Borussia Dortmund, se va Weidenfeller.
Ein ganz besonderer Borusse! #Weidenfeller #AGrandiosAbschied pic.twitter.com/pb574jaKKM
— Borussia Dortmund (@BVB) 7 de septiembre de 2018