En la circunstancia en que se encuentra el Leganés, obviamente es mejor puntuar que nada, pero la Liga afronta su fase final y todo lo que no sea ganar para el conjunto 'pepinero' es un mal resultado. Esa agonía por el marcador la aprovechó el Alavés para seguir sumando.
Mucho más tranquilo el Alavés en mitad de la tabla tras vencer en Mendizorroza al Athletic, aunque, especialmente, por la identidad que está cogiendo el equipo de Garitano, que regresaba a la que fue su casa durante muchas temporadas.
Fejsa volvió a la titularidad y acompañó a Manu García para aportar músculo en la sala de máquinas. Se solidificó el Alavés para imposibilitar las conexiones en el ataque del Leganés, muy mermado tras las salidas de En-Nesyri y Braithwaite en el pasado mercado invernal.
Ante tanta baja en ataque, Guerrero fue la pareja de ataque de Guido Carrillo, héroe 'pepinero' posteriormente gracias a su monumental testarazo en el corazón del área de Pacheco. Pero, hasta entonces, el Leganés se vio negado a la hora de generar peligro; Óscar llevó el peligro mediante su gran golpeo lejano.
La sensación de peligro, durante el primer tiempo, la llevó el Alavés, pero de forma estéril. El Leganés trató de buscar un juego directo que, sin Braithwaite, no le conviene. El danés creaba sus propias ocasiones, una capacidad que no tiene Carrillo, ni tampoco Guerrero.
Tras el descanso, Lucas Pérez volvió a sorprender: Zipi y Zape conectaron con una gran pared, Joselu dejó al gallego solo ante Cuéllar y este no perdonó. 0-1, mazazo tempranero para el Leganés. Butarque se vino abajo, no así Javier Aguirre, que reaccionó dando entrada a Bryan Gil.
12 minutos después, antes de llegar a la hora de partido, Carrillo se impuso por alto y fusiló con la testa a Pacheco. Cómo no, envío fabuloso de Óscar Rodríguez. A partir de entonces y con el 1-1 mandando en el electrónico, la igualdad se afianzó aún más en el césped de Butarque.
Cuando todo parecía que el Leganés daría un paso adelante por la victoria, el agotamiento físico le jugó una mala pasada y el Alavés apretó las tuercas en ataque para no ceder el dominio territorial a su rival.
En los últimos minutos, Ruibal y Rubén Duarte tuvieron el gol en sus botas, pero el acierto se les escapó y las tablas se afianzaron en el marcador. Buen punto para el Alavés, insuficiente para un Leganés que reaccionó, pero sigue en descenso.