El Mallorca consiguió este viernes en el Carlos Belmonte un triunfo de líder. Los bermellones no cuajaron uno de sus mejores encuentros, jugaron durante casi una hora con un jugador más y, aún así, sufrieron para llevarse los tres puntos ante un equipo pelea por no descender al final de la temporada a Segunda División B.
Los de Luis García cosecharon una victoria que, además, aumenta la presión en el Espanyol, ya que en estos momentos son seis puntos los que los separan. Siempre con el asterisco de que el Almería tiene un enfrentamiento aún pendiente.
El Albacete, que hasta entonces había logrado 13 de los últimos 15 puntos en juego, volvió a caer derrota tras cinco jornadas seguidas sin perder. Los blancos volvieron a basar su juego ofensivo en las acciones a balón parado e incluso generó peligro con asiduidad, pero la diferencia respecto a anteriores duelos radicó en el mal día de Nico Gorosito.
El central argentino vio dos cartulinas amarillas en menos de media hora y dejó a su equipo con diez todavía en el primer tiempo, lo que pesó demasiado en el conjunto manchego, que hasta entonces había puesto en apuros a Manolo Reina con ocasiones de Roman Zozulia y Álvaro Jiménez.
Fue tras el paso por los vestuarios el momento en el que el Mallorca, con uno más, activó el 'modo arrollador' para asediar la portería de Tomeu Nadal hasta conseguir derribar su muro. Y así fue.
Después de tres oportunidades muy claras en solo cinco minutos, Amath Ndiaye, a la hora de juego, aprovechó un despeje blandito de Fran García para, con un toque muy sutil, definir ante el portero del Albacete y firmar el que a la postre sería el único tanto del partido.
Lejos de lo que pudiera parecer, los de Alejandro Menéndez no le perdieron la cara al choque y buscaron el empate. Cedric Teguía, en su debut, estuvo a punto de conseguirlo en los últimos minutos.
Los de Luis García dormían el ritmo del duelo con posesiones largas, pero no terminaban de darle la puntilla al encuentro. Pudo hacérselo pagar Álvaro Jiménez, tras una infracción de Salva Sevilla, desde los once metros, pero estrelló su lanzamiento a la madera a falta de dos minutos para la conclusión. Los jugadores del Mallorca le consolaron tras el pitido final, lo que se convirtió en una de las imágenes del partido.