Aún se está disputando la cuarta jornada de Segunda División y el Albacete ya es uno de los peores equipos de la competición. Incluso puede que parezca menor el seguir una fecha más en lo más hondo de la tabla. Lo verdaderamente preocupante es la incapacidad del equipo en la parcela ofensiva, la escasez de ideas en la zona de tres cuartos y la falta de olftato de sus delanteros.
Mucho más positiva es la lectura del Real Oviedo, que, aunque sigue sin ganar en estas cuatro fechas disputadas, abandonaron el Carlos Belmonte después de haber culminado una hazaña para rascar un punto que, aunque ahora no se aprecie, puede que cobre importancia en la última jornada, cuando se decida el descenso a Segunda División B.
La necesidad de puntuar -y a poder ser, de tres en tres- condicionaba el encuentro. Parecía que los del 'Cuco' Ziganda eran los únicos conscientes de que comenzar LaLiga SmartBank en el pozo del descenso no es la mejor opción. Los de Lucas Alcaraz, y eso que jugaban en casa, comenzaron el choque con las manos en los bolsillos.
Los blancos apenas lograron traspasar la línea divisoria con el balón en los pies cuando el Oviedo inauguró el electrónico. Samuel Obeng remató un centro lateral a la madera y Alejandro Arribas, sin oposición, marcó el primero a placer tras el rechace del palo. Revisó el VAR la acción por un posible fuera de juego, pero el tanto terminó subiendo al marcador.
Ni con uno más
Y lo que Arribas te da, Arribas te lo quita: el defensa del combinado carbayón se cruzó por detrás de Álvaro Jiménez y, siendo el último defensor, le derribó por detrás en la frontal del área. Sánchez López le mostró la cartulina roja, por lo que el cuadro ovetense tuvo que jugar durante más de una hora con un jugador menos.
El Albacete, con más ganas que con armas y con más corazón que con fútbol, volvió a basar sus acciones ofensivas en el balón parado. Diego Caballo y Álvaro Jiménez se encargaron de bombardear el área rival, pero Alfredo Ortuño, única referencia en el ataque del conjunto manchego no logró conectar ningún remate en el primer acto.
Sí estuvo a punto de marcar ante su ex equipo tras la reanudación, pero una gran intervención de Joan Femenías le negó el tanto del empate al delantero murciano. Al que no se lo pudo evitar fue a Pape Diamanka, que con algo de fortuna devolvió el equilibrio a las tablas, se estrenó en su debut con el Albacete y firmó el primer tanto del equipo en LaLiga SmartBank 2020-21.
Ni con dos más
Se le complicó más todavía el partido al Oviedo justo antes de llegar al ecuador del segundo tiempo: Juanjo Nieto derribó a Manu Fuster dentro del área y el colegiado, además de señalar el punto de penalti, le mostró la segunda amarilla al defensa carbayón. Pero entonces apareció San Joan Femenías, que detuvo el lanzamiento desde los once metros de un Ortuño Gafado.
Después de 40 minutos jugando con diez... los de Ziganda tuvieron que jugar ¡20 minutos más con nueve! Pensarían los futbolistas del combinado ovetense que el partido nunca terminaría. Se les debió hacer eterno el último tramo, pero el final del partido llegó y los visitantes lograron aguantar el resultado con dos jugadores menos.
Ni siquiera con dos más pudo sumar su primer triunfo el Albacete. Las expulsiones de Arribas y Juanjo Nieto no hicieron más que volver a exhibir las carencias de los blancos en ataque. La retaguardia del Oviedo cuajó un encuentro impecable y el equipo lo bordó durante los últimos minutos en defensa, pero es innegable que el conjunto dirigido por Lucas Alcaraz no es capaz de generar peligro. No lo hizo este sábado y, visto lo visto, no se espera que lo haga frente al Zaragoza.