Dos penaltis, un fallo garrafal, uno muy infantil y una expulsión aderezaron el final del partido de la Liga de las Naciones entre Islandia e Inglaterra. Los de Southgate acabaron llevándose el gato al agua, no sin sudar la gota gorda por un mal cálculo de Joe Gomes.
Pero hay que empezar por el principio. Estaban sufriendo los 'tres leones' porque Walker fue expulsado tras una absurda entrada y, aun así, lograron seguir presionando. Un zaguero rival cometió penalti por mano y Sterling mandó la bola al fondo de la red.
Parecía el tanto definitivo hasta que apareció Joe Gomes. Salieron a la contra los locales y el jugador inglés agarró a uno de los atacantes sin necesidad alguna. Le derribó en el área y el colegiado entendió que también era pena máxima, aunque, esta vez, salió fatal.
Bjarnason era el encargado de salvar el día con un gol sobre la bocina y fracasó. Buscó un disparo por la escuadra para sorprender a Pickford, pero este no tuvo siquiera que acertar el lanzamiento. La pelota se fue directamente fuera por encima del larguero.