El América sobrevive en un campo minado para dar una vida extra a Solari

Al fin pudo respirar aliviado Solari. Su continuidad estaba en entredicho en estos días debido a los malos resultados, aunque estos tres puntos apaciguarán de nuevo las aguas. El América consiguió su primera victoria del Clausura tras doblegar a Santos Laguna en por un ajustado 2-3.
Sin embargo, el choque se pudo decantar para cualquiera de los dos lados. El comienzo no pudo ser más igualado, y aunque las ocasiones tardaron en llegar, el ritmo se volvió frenético en los primeros compases.
Pero muy pronto, los locales golpearían primero. Fue en el minuto 12 y el tanto llegó de la manera más cruel para el rival. Valdez no pudo quitarse de encima y acabó rematando el balón sobre su propia portería.
Toda la mala fortuna de ese tanto se transformó en alegría con el empate apenas un minuto después. Diego Valdés se elevó por encima de su par y conectó un potente cabezazo para igualar la contienda.
Lo que sí que estuvo de principio a fin fue la intensidad y tensión por parte de ambos conjuntos. El colegiado tuvo que echar mano a las tarjetas para evitar que el encuentro de se le fuese de las manos.
Al igual que sucedió al principio, el final de la primera mitad tampoco estuvo exento de emoción. De nuevo se volvieron a adelantar en el marcador los 'laguneros' por mediación de Doria en el 42', pero una vez más, las 'Águilas' emprendieron el vuelo para volver a empatar. Esta vez fue Reyes, que se aprovechó de una serie de rechaces y envió el esférico al fondo de la red en el área chica.
La segunda mitad fue un calco a la primera y el aburrimiento o los bostezos no estuvieron invitados a esa fiesta. Nada más comenzar, Preciado tuvo el tanto para su equipo en un mano a mano con Ochoa, pero este le ganó la partida.
El América respondió y en el 54' le llegó su gran momento. El colegiado decretó el punto de penalti tras una clara mano de Rivas en el interior del área. Henry Martín se apresuró y no perdonó desde los once metros.
En este momento, la película cambió totalmente. El cuadro de Solari dio un paso atrás y trató de aguantar el resultado, mientras que Santos Laguna se volcó al ataque en busca del empate.
Los intentaron sin cesar los pupilos de Caixinha, pero el América fue una roca en defensa. El silbato sonó y la victoria para los visitantes fue toda una realidad. Solari respiró y vio como, al menos una semana más, su puesto no correrá peligro.