Ese amigo que llega a la fiesta (suele hacerlo tarde) y la cambia solo con llamar al timbre. El mismo que convierte la apatía y el aburrimiento en desenfreno y locura adolescente. El de la música, las historias interesantes, chupa de cuero y mirada irresistible. Si me apuran, hasta 'quarterback' del equipo de la universidad. Ese fue Kylian Mbappé sobre el césped del Jan Breydel. Y Di María, con tres asistencias, e Icardi, con un doblete, esos fieles escuderos que le ríen todas las gracias.
Antes de su llegada, la fiesta, como mucho, era una reunión familiar. Y no empezó mal el choque el PSG, que se adelantó en el minuto 7 por medio de Icardi. El argentino recibió un buen pase de exterior de su compatriota Di María y puso el 0-1. El único buen chiste en más de 50 minutos de conformismo contra la voluntad sin medios.
Di María tuvo otra ocasión muy clara para haber sentenciado en la primera mitad, pero la mandó fuera tras plantarse solo ante Mignolet. Ahí se acabó la diversión en el Jan Breydel hasta la segunda mitad.
El Brujas quiso, pero no pudo. La voluntad sin medios. La valentía sin armas. Los belgas adelantaron líneas y se hicieron dueños de un balón que, por contra, no sabían domar lo suficiente. El PSG tiró de conformismo y vivió de la renta que desde el minuto 7 le hacía sonreír. Y así se llegó al descanso.
La apatía duró siete minutos más en la segunda parte... hasta que Tuchel decidió meter a Kylian Mbappé.
"Toc, toc". ¿Se puede? ¡Llegó el rey de la fiesta!
El delantero llegaba entre algodones por molestias físicas. El técnico ya avisó de que ni él ni Cavani estaban preparados para jugar los 90 minutos, por lo que le dio al '7' casi 40. Y le sobraron muchos de ellos para volver a gritarle al mundo que es el rey de la fiesta.
En once minutos, el gris 0-1 pasó a un colorido 0-3. Kylian firmó el 0-2 tras cazar un rechace en el área y le dio el tercero a Icardi con una asistencia desde la izquierda. Parecía que con el trabajo hecho y su reivindicación pese a ser suplente bajarían las revoluciones. Pero la fiesta no había hecho más que comenzar.
Otros dos remates del '7', que formó todo un tornado en la defensa belga, le acercaron al doblete, pero no calibró bien. Eso sí, poco después llegó a ese doblete y lo dejó atrás con un 'hat trick' en la recta final.
Di María hizo de su fiel compañero, el que nunca le falla a la hora de hacer reir al personal aportando datos o detalles clave en la historia. Y eso hizo con dos asistencias, la segunda de dulce y de nuevo con el exterior, para encumbrar una vez más a Mbappé.
Con dos definiciones de libro dentro del área, Kylian puso el broche de oro a un partido que cambió por completo con su entrada al césped. Como el amigo gracioso cuando toca a la puerta...
Este triunfo es el tercero del PSG en las tres primeras jornadas de Champions. Es líder destacado y podría firmar su pase ante el Brujas en el Parque de los Príncipes. Los locales se quedan terceros con dos puntos tras el triunfo del Madrid en Turquía.