El Amorebieta rescata moral y oxígeno de El Plantío

El Amorebieta está muy vivo. Ni los casos de COVID-19, varios de ellos anunciados este mismo viernes, le han dejado en la lona durante el partido en El Plantío, que sirvió para cerrar un año redondo para los vascos frente a un Burgos que se marcha con un sabor de boca agridulce.
Los de Julián Calero, que vio el partido desde la grada por dar positivo esta semana, fueron superiores en la primera media hora de encuentro, cuando daban la sensación de poder finiquitar el choque rápidamente y sin concesiones, pero el Amorebieta no se rindió.
Juanma García empezó haciendo de las suyas en un duelo clave por la permanencia, con el Burgos en mitad de la tabla y los vascos, necesitados de puntos. Tras un aviso desde la frontal y un error de Marino que terminó en gol, el juez de línea anuló la acción por fuera de juego.
Eso fue al poco de empezar. La primera conexión con éxito en el ataque burgalés tuvo lugar en el minuto 15, con una preciosa asistencia de Juanma para que Guillermo, en el mano a mano, no perdonara. Fácil y sencillo. El Burgos sabía lo que hacía, pero le duró poco la gasolina luego.
Hizo agua en defensa el Amorebieta, al que le costó entrar en el juego. Solo seis minutos después, tras una buena pared con Guillermo, Juanma encontró a Pablo Valcarce, que se giró perfectamente para terminar cruzando el disparo dentro del área. El Plantío vivió una primera media hora de fiesta.
A partir de ahí, Guruzeta avisó con una volea que se perdió por centímetros. En el 35', en un saque de esquina al estilo vasco, muy cerrado y buscando a las torres, Koldo Obieta cabeceó para hacer el 2-1 y meter al Amorebieta en el choque.
La segunda parte estuvo muy igualada. El Burgos perdió frescura respecto al primer tiempo y presencia en el ataque. El protagonismo fue para el Amorebieta, que sabía lo que debía hacer: mantenerse vivo y aprovechar su ocasión para morder y puntuar.
Ese zarpazo llegó en el minuto 81. Un centro desde la izquierda quedó rechazado en la frontal y Obieta aprovechó esa indecisión para fusilar a Caro. El conjunto de Íñigo Vélez terminó buscando la victoria, que hubiera sido una gesta en un Plantío a rebosar. Al final, empate por Año Nuevo y a seguir trabajando.