Lezama se tiñó de azul para recibir al Ibiza. La afición del Amorebieta sabía de la importancia del partido y fue en masa para apoyar a su equipo. Todo el mundo se contagió de la ambición que mostró Haritz Mujika en la previa y los futbolistas respondieron sobre el terreno de juego.
El Amorebieta asedió una y otra vez el área del Ibiza en los primeros 45 minutos. Obieta fue uno de los jugadores más destacados en el inicio del choque, por los pies del '9' pasaron las ocasiones de más relevancia para el combinado 'urdinak'. La primera para el ariete fue un remate desde centro del área en el 17', el balón buscaba portería pero Germán sacó la mano para despejarlo.
Siguieron los intentos de los locales y, casi a la media hora de juego, de nuevo Obieta tuvo la más clara del primer tiempo. El delantero remató con pierna derecha dentro del área, pero esta vez fue el poste el que evitó el tanto local. Ningún equipo pudo doblar al otro, pero el Amorebieta fue muy superior al descanso.
A la vuelta de vestuarios el encuentro se revolucionó. A Jémez no le estaba gustando lo que estaba viendo e hizo tres cambios, pero el revés se lo llevó el Ibiza. En un saque de esquina en corto, el centro fue para Mikel San José, quien remató con la cabeza para hacer el primero.
Sin embargo, reaccionó pronto la escuadra visitante y al minuto llegó un jarro de agua fría para los vascos. Ekain Zenitagoia puso las tablas en el marcador, al minuto de adelantarse los locales. El futbolista fusiló al guardameta con un disparo cruzado al palo derecho. No pudo hacer nada Roberto Santamaría.
Los de Mujika no bajaron los brazos y se encontraron con un penalti por mano de Francisco Grima, quien vio la doble amarilla y dejó a su equipo con uno menos. Guruzeta apareció en ese momento para demostrar quién es la máxima referencia del equipo y la puso por bajo, cerca del palo izquierdo. Ya suma diez tantos en lo que va de temporada.
Poco pudo hacer el Ibiza, salvo un error garrafal de Diop al despejar un cuero que, finalmente, acabó en la cabeza de 'Obi' para sumarse a la fiesta en Lezama. Al final, la afición del Amorebieta disfutó y se permitió soñar con la permanencia en Segunda División. Quedan ocho finales.