Marco Asensio ve por delante un año especial. Distinto a otros. Sigue teniendo 24 años, pero ya no es un niño. Hablamos de 252 partidos, 44 goles. Un tipo que ha ganado bastantes títulos y que siempre fue importante, aunque nunca tuviera el estatus de indiscutible. Algo que puede cambiar esta temporada.
De hecho, el curso del salto de calidad debía ser el pasado, pero su grave lesión de rodilla lastró todo. Volvió fuerte y como siempre, con gol y esa chispa especial que le caracteriza. Pero ha llegado el momento de tener más galones.
De ser titular con el Real Madrid. No le falta confianza, ni la propia ni la de Zidane. A pesar de todos los reveses que ha tenido que ir dejando atrás.
La salida de Cristiano Ronaldo en el verano de 2018 empezó a alfombrar ese camino para él. Ahora, con la posible de Bale, que aunque se quedara está condenado al ostracismo, hay un sitio para él aguardándole.