Igor Gluscevic fue uno de los puntas más importantes de la historia del Extremadura en los años 90. Formó parte del equipo azulgrana en Primera y Segunda y se convirtió en 'Pichichi' en la división de plata en la campaña 1997-98, desde donde salió hacia el Sevilla.
Allí sólo duró un año, en el que anotó seis tantos, pero volvió a certificar un ascenso que los sevillistas aún no han olvidado. Tras disputar el grueso de su carrera en la Eredivisie, el futbolista y el apellido recuperan la relación con el conjunto andaluz, pues el hijo del delantero, Nikola, acaba de fichar para las categorías inferiores del Sevilla.
Atacante altísimo, de 196 cm, y solo 18 años, llega al equipo del sur de España desde el Grbalj de Montenegro, en cuyas categorías inferiores se destapó con 50 goles y con el que debutó en el primer equipo en mayo.
En principio, estará a caballo entre el segundo equipo y el juvenil y el tiempo dirá dónde encaja mejor.