Días después de la polémica, explicó que sintió "un dolor agudo" y estiró la pierna "en un acto reflejo", pero esa argumentación no le sirvió para que la Federación Francesa le librara de una sanción de ocho meses que coincidió con su última temporada en activo, por lo que ese fue su último partido como profesional.
"Todo pasó en una fracción de segundo. Tuve un reflejo estúpido, soy humano, pero me crucificaron", aseguró Chapron, que reconoció haberse equivocado por completo con su decisión instantánea: "Sé que cometí un gran error. Aún no soy consciente de las consecuencias de cara a mi carrera, pero sé que será lo que se recordará de toda mi etapa como árbitro".
Por último, el ya ex colegiado reconoció que los días posteriores a la patada fueron horribles para él: "Entendí lo que dicen. Ya sé lo que es ser linchado. Sólo tenía un deseo después de eso: ir a casa, cerrar la puerta y no salir en mucho tiempo".