Al francés le cayeron nada más y nada menos que tres partidos de sanción por quejas sobre una decisión del árbitro: el penalti pitado a cinco minutos del final que acabó provocando el empate final en el marcador tras el gol de Alexis.
Además de tres encuentros de suspensión, Wenger tuvo que pagar de su bolsillo 45.000 euros de multa... pero resulta que el árbitro del choque le confesó a Mike Riley, jefe de árbitros en Inglaterra, que se equivocó al señalar dicho penalti.
"Es un hombre muy honesto y sabe que se equivocó. Otorgas la penalización porque lo que has visto en el campo es que el brazo se acerca al balón, pero inmediatamente hay evidencia de otro ángulo de la cámara que muestra lo contratio", aseguró Riley.
Así pues, toda la polémica respecto al Arsenal, recientemente eliminado de FA Cup, podría haberse evitado. El VAR se implantará próximamente en la Premier League y los errores arbitrales dejarán de tener una magnitud tan grande como hasta ahora.