Era el momento perfecto. Tras recibir el 2-0, no había mejor forma de cambiar la dinámica que marcando lo antes posible. Y Bale lo logró, pero el VAR le dijo "no" al tanto.
El galés recogió un rechace en la frontal del área, le hizo un sombrerito a su marcador y volvió a dar un toque para orientarse la bola. Justo cuando fue a pegarle a puerta, su brazo derecho desplazó la pelota.
Así, esta quedó bien situada para la pierna derecha de Bale, que no lo pensó. Le hizo una vaselina a Keylor Navas y marcó, pero ya en su celebración se notaba que algo no iba bien.
El colegiado fue advertido por el VAR y no dudó demasiado en cuanto vio las imágenes en la pantalla. Anuló el tanto y dejó al Madrid sin reacción a diez minutos del final del primer tiempo.