Desde luego, cualquier tiempo pasado fue mejor. Hay que remontarse hasta el año 1989 para encontrar a los 'red devils' con menos puntos en la clasificación, tras sumar tan sólo nueve puntos en las siete primeras jornadas del campeonato.
Una amenaza que no pareció hacer reaccionar de inicio a los de Ole-Gunnar Soskjaer que al igual que los jugadores del Arsenal se empeñaron durante la primera media hora de juego en privar a los espectadores de todo lo que se espera de uno de los grandes clásicos del fútbol inglés.
Carente de velocidad, de empuje, en definitiva de emoción, el choque se convirtió en un aburrido ejercicio táctico, que no dejó bien parado a ninguno de los dos contendientes.
El empate no satisfizo a nadie, y menos aún a un Manchester United que desde 2013 parece no haber encontrado el rumbo después de la marcha de Sir Alex Ferguson.