Arsenal y Bayern de Múnich se encargaron de dejar claro que los cuartos de final de la Champions League son partidos a vida o muerte. El comienzo del encuentro entre ambos conjuntos fue frenético y un ida y vuelta constante.
Tal fue así que, en los primeros 12 minutos de juego, el conjunto local se adelantó en el marcador. En una recuperación en campo contrario, la pelota le acabó llegando a Saka en el interior del área y con un disparo ajustado a la cepa del poste derecho, colocó el 0-1.
No había ido el Bayern a Londres a pasearse y eso lo demostró de inmediato. Los de Thomas Tuchel tiraron de orgullo y se lanzaron en busca del empate. Una igualada que acabó llegando en el 18' por mediación de Gnabry, que remató de primeras el pase filtrado de Goretzka.
No había dicho todavía su última palabra el Bayern, que no se conformó con el empate al descanso. Gnabry penetró en el área y Saliba le acabó derribando. El colegiado no tuvo ninguna duda y decretó el punto fatídico. Harry Kane no perdonó y puso el 1-2 en el electrónico en el minuto 32.