Mucho tendrá que cambiar la cosa si el Elche quiere mantenerse en Primera División. Pese a que tan solo han transcurrido cinco jornadas, las sensaciones que transmite el equipo ilicitano son peor que malas, algo que volvió a demostrar en la visita del Athletic Club al Martínez Valero.
Un equipo, el Athletic, que jugó en tierras ilicitanas desde el primer momento como el que juega en la calle. Desinhibido y alegre, el equipo de Ernesto Valverde ejerció su dominio desde el primer momento. Sin necesidad de sacar los tanques de guerra, pero siempre llevando la voz cantante.
Comenzó el encuentro con una mano de Pere Milla dentro del área que no se decretó penalti porque el atacante catalán se encontraba de espaldas y su brazo estaba en una posición natural. Esto fue solo la antesala de lo que iba a ocurrir próximamente.
Hubo que esperar únicamente hasta el 9' para que llegase el 0-1. Se marchó Berenguer en velocidad y sacó un centro peligrosísimo al corazón del área que terminó enviando Fernández Mercau, el cual debutaba, dentro de su propia portería.
Otro mazazo volvió a asolar al equipo de Francisco tan solo cuatro minutos más tarde. Enzo Roco, que se cascó un partido horroroso, zancadilleó a Nico Williams dentro del área. Tras la revisión del VAR, Melero López señaló el punto de penalti. Oihan Sancet asumió la responsabilidad y engañó perfectamente a Edgar Badía desde los once metros y puso tierra de por medio. Sin tiempo prácticamente para respirar, Nico Williams se inventó una jugada de crack por la banda que terminó con el balón posado en la escuadra.
El triunfo visitante parecía ya incontestable, pese a que solo se habían jugado 22'. Un 0-3 no se remonta todos los días. Hubo que esperar hasta el 37' para ver el primer acercamiento franjiverde con cierto peligro. Gerard Gumbau envió arriba un disparo desde fuera del área.
Los acercamientos del conjunto bilbaíno eran medio gol. Nico volvió a descoser a Mercau por la banda derecha y cedió el balón a Muniain. El capitán aprovechó la pasividad de sus rivales para, completamente solo, disparar a puerta y lograr el gol. Este, por suerte para el Elche, fue anulado porque tocó en Berenguer justo antes de entrar. La situación la firmaría Benny Hill.
Contrariado por lo sucedido, hicieron falta tan solo 180 segundos para que el propio Berenguer se reivindicase tras la anecdótica situación anterior. Un nuevo error de Roco, que hizo un intento de despeje propio de un alevín, dejó el balón muerto al atacante del Athletic, que fusiló a Badía para llegar al descanso con un incontestable 0-4. Y sin hacer nada del otro mundo.
Hasta aquí llegó el choque. La segunda mitad tuvo entre poca y ninguna historia. Entre el palo y Badía evitaron la 'manita', tras los remates de Berenguer y Muniain. Eze Ponce maquilló el marcador en el 59', tras una buena jugada de Boyé, que le cedió el balón para que rematara a placer y anotar así el segundo gol del Elche esta temporada.
El resto del partido perfectamente pudo no haberse jugado. Algún acercamiento local, sobre todo en botas de Lucas Boyé y una buena parada de Edgar Badía ante Zárraga en el 82'. El Athletic se cuela entre los cuatro primeros, mientras que la situación es cada vez más peliaguda para el Elche.