Sin Morata, lesionado, todos miran a Diego Costa. El de Lagarto llevará sobre sus hombros la responsabilidad goleadora, o, al menos, su inestimable capacidad de desquiciar a las defensas rivales para allanar el camino a sus compañeros.
Valga como ejemplo el anterior doble duelo ante la Juventus. Con él en el campo, incluso reapareciendo tras lesión, atormentó a los centrales italianos, pero una absurda amarilla le privó de jugar la vuelta.
¿Qué hubiera pasado si Diego Costa hubiera estado en Turín? Quizá el Atleti no se hubiera acobardado de esa manera. Quizá hubiera caído igual, pero con las botas puestas.
Lejos queda ya la mejor época de Diego Costa. Las lesiones han terminado por cortar las alas a un delantero que, a base de entrega, no conocía sus límites.
Ante la Juventus, en la Champions, tendrá su enésima oportunidad de redención. La Champions le motiva, y muchos 'colchoneros' confían ciegamente en él, deseando que, ante la Juve, cumpla con su cometido.