Con Saúl de lateral, con tres en el centro del campo y dos extremos. Así jugo el Atleti en Bélgica. Una alineación extraña en la que tampoco estuvo Giménez, lesionado.
Pero eso no impidió que los rojiblancos jugasen a ganar. Simeone no rotó en exceso. El plan era ganar o ganar. Pero desde el primer minuto quedó claro que tampoco le preocupaba en exceso a los rojiblancos ser segundos.
No tardó el Atleti en dar el primer aviso a su rival. A los tres minutos, cuando ya estaba claro que Lemar y Gelson iban a jugar como extremos, el primero la cruzó para que el segundo la rematase en boca de gol, pero el luso no llegó al balón.
El Atlético empezó apretando a su rival. El Brujas se limitaba a defenderse, esperando salir a la contra. Algo a lo que no termina de acostumbrarse este equipo. Prefiere ser atacado a atacar.
Distintas motivaciones para ganar
Respondía el Brujas a las ocasiones del Atlético, pero nunca en la misma proporción. El club belga ya sabía que hiciera lo que hiciera hoy iba a ser tercero. Su única motivación era la de darle una alegría a su afición, pues en casa apenas había sumado un punto de seis. Finalmente han sido dos de nueve.
El Brujas trató de encontrarle las cosquillas al Atlético por lo que identificó como el eslabón más débil de la cadena: Montero. El canterano fue titular por la lesión de Giménez, y a su lado estaba Saúl, improvisando en la posición de lateral zurdo.
Por la banda derecha belga llegaron las ocasiones de mayor peligro, y aunque le sacaron una tempranera amarilla a Montero, no logró hacer daño el Brujas.
No fue por falta de ganas
Pasaron los minutos sin que ocurriera gran cosa. Destacó un gran disparo de Griezmann que Horvath sacó de la escuadra a mano cambiada, pero poco más.
Hasta el tiempo de añadido del primer periodo, cuando un incomprensible despeje de Openda, cuando su portero ya la tenía casi agarrada, estuvo a punto de salirle caro al Brujas. Saúl recibió el regalo en la frontal, pero no se animó a pegarle de volea. La ocasión terminó perdiéndose, para alivio belga.
En el segundo tiempo Simeone dejó claro que quería la victoria. Primero refrescó a sus extremos (entraron Correa y Vitolo por Lemar y Gelson), y luego cambió su esquema para dar cabida a Kalinic, sacrificando a Thomas.
Paso al frente rojiblanco
Pedía el partido al croata. Griezmann estaba completamente anulado por los tres centrales del Brujas, y necesitaba a un '9' de referencia que concentrase la atención de la zaga rival.
Sin embargo, ese paso al frente del Atlético estuvo a punto de costarle caro. Lanzado al ataque, el Atlético descuidó un poco su zaga, y propició la mejor ocasión de todo el partido para el Brujas.
Susto belga
Minuto 74. Contragolpe belga por la banda derecha. Descolocada la zaga rojiblanca, el balón le llegó al recién entrado Luan Peres y éste, con todo a favor, la picó de cabeza. Pero bajo palos estaba Oblak, y demostró por qué es, para muchos, el mejor portero del momento.
Salió con todo, como un portero de balonmano, a tapar todo el espacio posible, y evitó un gol que ya se cantaba en las gradas del Jan Breydel.
El susto hizo reaccionar al Atlético, que redobló esfuerzos ofensivos en busca de un gol que se resistió a llegar. Sabían los pupilos del Cholo que el Borussia iba ganando, y que es lo que les tocaba hacer a ellos.
Y al final, todos medianamente contentos
Pero, pese al arreón final, pese a que Correa trató de hacer su trabajo revolucionando el partido, pese a que Griezmann se echó el equipo a los hombros en la recta final buscando el hueco, el Brujas resistió y rascó un punto que le permite firmar una fase de grupos más que digna.
La 'cenicienta' del grupo le ha dado más de un disgusto a los 'cocos'. Pero el Atlético, que nadie lo olvide, no es primero de grupo por haber empatado en Bélgica, sino por haber sido goleado sin remedio en Dortmund.