Una de las claves del Atlético de Madrid la pasada temporada era la figura de Jennifer Hermoso. Con 28 goles, la madrileña se convirtió en una pieza clave en el equipo, capaz de resolver partidos trabados sacando a la luz su genialidad y acierto de cara a portería.
Pero Jennifer Hermoso decidió irse al Barcelona y el Atleti se vio obligado a reaccionar ante una pérdida tan importante. Parte de la solución ya se encontraba en casa. La potencia y los goles de Ludmila tendrían que ser la principal fortaleza del equipo para la siguiente temporada, pero la cantidad de goles que dejaba la delantera española obligaban al Atleti a buscarle compañeras.
Y así llego Charlyn Corral, la segunda en la tabla de goleadoras. Sus grandes temporadas en el Levante no habían pasado desapercibidas y su gran definición la colocaban como la principal candidata para llenar ese vacío. Además, y por si fuera poco, la dirección deportiva también fichó a Toni Duggan, una delantera que no había triunfado como se esperaba en el Barcelona, pero que tenía unas cifras goleadoras bastante buenas.
Pero lo cierto es que no está funcionando. Los partidos contra el Sporting, Subotica y Logroño dejaron en evidencia un problema en el ataque rojiblanco. Entre las tres delanteras suman tan sólo cuatro goles (tres de Ludmila y uno de Charlyn) entre Liga y Champions. Datos realmente insuficientes para un equipo que quiere pelear contra el subcampeón de Europa.
Estos números están provocando que el equipo de Sánchez Vera tenga que recurrir a la calidad de sus centrocampistas y a las jugadas a balón parado para decidir los partidos. En el último encuentro, una genialidad de Silvia Meseguer fue clave para que el Atlético de Madrid asegurara la victoria ante el equipo riojano. Una evidente falta de gol que hace que el recuerdo de Jennifer Hermoso todavía siga muy presente en el Cerro del Espino.