La tecnología, el VAR y la decisión del árbitro han podido decidir LaLiga. El Real Madrid se enfrentó a un aguerrido Sevilla y no pudo colocarse como líder y perdió la oportunidad de hacerlo a falta de tres jornadas para el final.
Los blancos pudieron ponerse por delante en dos ocasiones. En la primera le anularon un gol por fuera de juego de Odriozola, pues en la línea trazada se vio cómo la bota estaba unos centímetros adelantada, y en la segunda le pitaron un penalti en contra por una mano de Militao que el colegiado fue a ver al monitor.
Martínez Munuera no dudó en que tenía que ser pena máxima antes que la de Bono a Benzema, una acción que inmediatamente posterior a la del central del Madrid. El partido pasó del posible 2-1 al 1-2 con dos penaltis en las dos áreas.
Pues bien, Zidane fue a pedirle explicaciones al árbitro, Carvajal explotó y una buena parte del madridismo sigue disgustado por un arbitraje que, para el Atlético de Madrid, fue justo y acorde a las normas.
El propio entrenador francés explotó delante de los micrófonos de 'Movistar+' nada más acabar el encuentro: "No lo entiendo, me tenéis que explicar la regla de las manos".
Según informó el diario 'Marca', en el club rojiblancos están alucinando por todo el revuelo generado por la acción de Militao y entienden que lo que está buscando el Madrid es influenciar a los árbitros.
Además, los 'colchoneros' creen que quieren meter presión de cara a las tres finales que quedan en LaLiga, en las que el Atlético depende de sí mismo para salir campeón tras el empate del Madrid.
Por otro lado, el Atlético no ve semejanzas con la mano de Felipe, pues defienden que el brazo estaba más abajo y que están usando esta jugada para presionar a un más a los trencillas.