Así es el Atlético de Madrid 19-20, un equipo que se ha especializado en complicarse la vida. Cómo pasa de tenerlo todo atado a bordear sobre el desastre. Lejos quedan los tiempos aquellos en los que el Atlético sellaba con hormigón sus conquistas para ni sudar para defenderlas. El Granada le metió el susto en el cuerpo al conjunto de Simeone con un par de ajustes en el descanso. Oblak dejó los puntos en casa.
Mal síntoma para el Atlético cuando es Oblak el que siempre aparece y los demás van y vienen, sin terminar de pegar un puñetazo en la mesa. Y eso que el Atleti firmó una buena primera parte, concretamente estuvo cerca de una hora mostrando un fútbol más que convicente. La realidad es que acabó pidiendo la hora.
Diego Martínez puso sobre el césped a un equipo diseñado pensando en Copa. No jugó ni el portero titular. Pero con el paso de los minutuos los nazaríes se encontraron sobre el Wanda Metropolitano y si no rascaron un punto fue porque Oblak lo evitó.
Al Atleti se le puso todo de cara cuando un saque de banda fue bastante mal defendido por el Granada para gozo de Koke y alegría de Correa, que definió casi a placer ante Aarón. Fiesta en el Wanda y sueño con una plácida noche.
Y durante mucho rato el conjunto rojiblanco casi hace que así sea. Vitolo anotó un gol que no subió al marcador y con un disparo lejano lamió el palo. El Atleti merodeaba la meta de Aarón ante un Granada que bastante tenía con subsistir. Oblak no tuvo trabajo en la primera mitad.
Tras la reanudación, Saúl se topó con el ex portero malaguista y a partir de ahí afloraron los nervios, el Atlético recordó derrotas recientes y el Granada olió el miedo. Encontró en la banda de Vrsaljko una mina cuando los de Diego detectaron que Correa ya no daba más de sí.
Por ahí llegó el centro que Soldado casi convierte en gol de forma acrobática, pero Oblak volvió a obrar el enésimo milagro. Los últimos 20 minutos los pasó el Atleti en su campo, algún escarceo de Carrasco y poco más. Tampoco el Granada despachó demasiadas ocasiones, también enredado por el carrusel de tarjetas que Soto Grado repartió entre ambos equipos.
Al final, victoria del Atleti, que confirma que tiene mucho trabajo por delante. El cuadro madrileño se pone cuarto con 39 puntos, empatado con el Sevilla; 30 tiene el Granada, en mitad de tabla.