Esta temporada el Atlético había recibido un rapapolvo del Sevilla en la Copa del Rey (3-1 en la vuelta), pero en el torneo liguero había que remontarse mucho más para encontrar al portero rojiblanco sacar tres veces de su portería el balón.
Fue en un Villarreal-Atlético. Aquel 12 de diciembre de 2016 el Atlético de Madrid claudicó por el mismo resultado que en Anoeta, un 3-0, aunque en esta ocasión a Oblak sólo le marcaron dos de los goles. En el segundo cayó lesionado y Moyá guardó el arco visitante toda la segunda parte y el final de la primera.
No es habitual que el Atlético de Madrid encaje tantos goles, y prueba de ello es que en año y medio, desde entonces, los de Simeone sólo lo han hecho en tres ocasiones, una en cada competición: una en Champions (ante el Madrid), otra en la Copa del Rey (la citada del Sevilla) y la liguera de Anoeta.